600 años de historia compartida en España
Este 8 de abril de 2025 se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Pueblo Gitano, una fecha marcada por la memoria, la reivindicación y la celebración de la identidad romaní. La efeméride remite al Primer Congreso Mundial Gitano celebrado en Londres en 1971, donde se oficializaron símbolos fundamentales como la bandera azul y verde con una rueda roja, el himno Gelem, Gelem, el idioma romanó y el término «romaní» para referirse a todas las comunidades gitanas del mundo.
Este año la conmemoración adquiere un significado especial en España: se cumplen 600 años de la llegada del Pueblo Gitano al país. Fue el 12 de enero de 1425 cuando se documentó su presencia por primera vez, en un contexto de huida tras la caída de Constantinopla en 1453. Durante las primeras décadas, los viajeros gitanos fueron bien recibidos en los distintos reinos peninsulares. Sin embargo, esta convivencia fue deteriorándose progresivamente, en parte por el establecimiento de la Inquisición en 1480 y las posteriores políticas de represión cultural.
Desde entonces, la historia del Pueblo Gitano en Europa y en España ha estado marcada por siglos de persecuciones, intentos de asimilación forzosa y legislación discriminatoria. Casos como la gran redada de 1749 y las Reales Pragmáticas antigitanas son algunos de los episodios más oscuros. Durante la dictadura franquista, los gitanos fueron usados como símbolo folclórico, mientras eran marginados por medidas racistas y excluyentes.
Con la llegada de la democracia y la Constitución de 1978, que reconoció por primera vez la diversidad cultural del país, comenzaron a desarrollarse políticas públicas orientadas a la igualdad. En las últimas décadas, se han impulsado importantes avances legislativos como la conocida “Ley Zerolo” para la igualdad de trato, la incorporación del movimiento asociativo gitano en la Administración General del Estado o la Ley de Memoria Democrática, que incluye la restitución de la memoria histórica gitana.
A estas medidas se suman otras como la Ley de Educación, que permite enseñar historia y cultura gitana en los colegios, y la reciente Ley de Empleo, que identifica al Pueblo Gitano como grupo de atención prioritaria. También destaca el Pacto de Estado contra el Antigitanismo, que representa un compromiso firme con la erradicación del racismo estructural.
Desde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se destaca que estos avances son fruto de un compromiso constante con la equidad y el reconocimiento del Pueblo Gitano como parte inseparable del tejido social español. “Reconocer su historia y su singularidad es clave para construir una sociedad verdaderamente igualitaria”, señalan desde la Secretaría de Políticas Sociales, Mayores y Movimientos Sociales.
A pesar de los logros alcanzados, aún existen desafíos pendientes: las brechas sociales, educativas y laborales persisten, así como los prejuicios que continúan afectando a muchas personas gitanas en su vida cotidiana. Superarlos exige una mirada comprometida, que valore los aportes culturales, lingüísticos y artísticos de la gitanidad como parte del patrimonio común.
En este 8 de abril, la felicitación se extiende a todas las gitanas y gitanos del mundo. Con el deseo de “Sastipen thaj Mestipen” —salud y libertad—, el Día Internacional del Pueblo Gitano se convierte, un año más, en un recordatorio de lucha, memoria y esperanza compartida.