Santiago Abascal, líder de Vox, ha expresado duras críticas hacia “ciertos sectores de la jerarquía eclesiástica” tras el comunicado de la Conferencia Episcopal Española en apoyo a la comunidad musulmana a consecuencia de los sucesos acontecidos en Jumilla (Murcia).
En declaraciones poco habituales por su dureza contra la Iglesia, Abascal puso en duda los intereses que motivan a los obispos: “No sé si su postura responde a los fondos públicos que reciben o a los casos de abusos”, señaló. Sus comentarios han provocado una notable repercusión política y mediática, dado que hasta ahora el presidente de Vox había evitado enfrentamientos tan directos con la institución religiosa.
La controversia se originó a raíz de los altercados en Jumilla, que han generado un amplio debate social y político sobre convivencia, inmigración y libertad de culto. La Conferencia Episcopal defendió en su mensaje la importancia del respeto y el diálogo entre religiones, postura que Abascal interpretó como un alineamiento con un discurso contrario a la defensa de los españoles.
Estas manifestaciones abren una nueva etapa en la relación entre Vox y la Iglesia católica, tradicionalmente cercana a posturas conservadoras, y podrían suponer un cambio en el tono que el partido adopta respecto a la institución.
