El canciller alemán, Olaf Scholz, ha dado un paso decisivo hacia la celebración de elecciones anticipadas el próximo 23 de febrero. La presentación de una moción de confianza ante el Parlamento, que se votará el lunes, refleja la pérdida de apoyo mayoritario tras la salida del Partido Liberal de la coalición gubernamental.
Scholz ha declarado su intención de solicitar al presidente Frank-Walter Steinmeier la disolución del Parlamento, lo que abriría el camino para que los ciudadanos elijan un nuevo gobierno. Esta decisión llega en un momento de gran incertidumbre política, con Los Verdes, el único socio restante del SPD, optando por abstenerse en la moción.
Una Fase de Transición
Durante esta fase de transición, Scholz ha instado a los partidos democráticos a trabajar juntos para aprobar medidas clave antes de las elecciones. Entre estas medidas se incluyen el aumento del subsidio por hijo, la corrección de la ‘progresión fría’ y una ley para estabilizar los precios de la energía.
Scholz enfatizó la importancia de tomar decisiones responsables para evitar cargas fiscales adicionales a los ciudadanos y asegurar que los beneficios planificados se implementen. Afirmó que el dinero necesario ya está disponible, solo falta la aprobación parlamentaria.
La Oposición Lidera las Encuestas
El bloque conservador, compuesto por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU), lidera actualmente las encuestas con un apoyo entre el 37% y el 30%. El SPD de Scholz se encuentra en tercer lugar, detrás de Alternativa para Alemania.
Para formar gobierno, la CDU podría necesitar pactar con el SPD o Los Verdes, lo que requeriría compromisos políticos significativos. Friedrich Merz, candidato conjunto de la CDU/CSU, ha mostrado apertura a una coalición con Los Verdes, aunque Markus Söder de la CSU ha expresado su oposición a esta idea.
Con las elecciones anticipadas en el horizonte, Alemania se enfrenta a un periodo de cambios y desafíos políticos que definirán su futuro inmediato.
