El 28 de septiembre, fecha marcada por la incidencia de la dana en Valencia, se confirmó que la Delegación del Gobierno ya tenía previsto emitir una alerta a la población a las 18:35 horas. Así lo declaró Patricia García, jefa del servicio de coordinación del 112 en la Comunidad Valenciana, durante su comparecencia ante la jueza de Catarroja.
García detalló que a esa hora estaba listo un mensaje para ser enviado a los teléfonos móviles, con el fin de advertir sobre las próximas inundaciones. No obstante, pese a las acciones iniciadas, el aviso masivo no fue enviado hasta las 20:11, dejando a numerosos ciudadanos sin información crítica durante ese periodo.
Las comunicaciones internas se evidenciaron mediante mensajes de Whatsapp, en los que Patricia García, responsable de Protección Civil, conversaba con Inmaculada Avilés, jefa de Servicio del Centro de Emergencias de la Generalitat, acerca del envío de la alerta alrededor de media hora antes de que ocurriera el hecho trágico.
Este episodio ha puesto de manifiesto no sólo un posible fallo en la coordinación de la emergencia, sino también una falta de rapidez en la toma de decisiones que habrían podido salvar vidas. La magistrada encargada del caso calificó la demora en el aviso como «tardío» y «equivocado», subrayando el «insoportable retraso en las alertas a la población» durante la crisis.
Según los datos recogidos, en la reunión del Cecopi a las 17:00 horas, tres horas antes del mensaje de Es-Alert, ya se evaluaba la necesidad de emitir una advertencia. Jorge Suárez, subdirector general de Emergencias, afirmó que tenían la capacidad de enviar un aviso a todos los móviles de la zona afectada, lo que indica que existía un margen para actuar, aunque no se aprovechó oportunamente.
La gestión de emergencias en eventos críticos requiere respuestas ágiles y efectivas. En este caso, la ausencia de comunicación y la lentitud en la acción han suscitado críticas tanto en el ámbito judicial como en la opinión pública, que demanda aclaraciones y responsabilidades por lo ocurrido durante la dana que ocasionó pérdidas humanas.
Próximamente, se prevé la comparecencia de varios responsables en el Congreso para abordar estas cuestiones. Entre ellos, se encuentran Vicente Mompó, presidente de la Diputación Valenciana, y Susana Camarero, vicepresidenta, quienes deberán explicar la gestión de la emergencia.
Resulta fundamental extraer enseñanzas de sucesos trágicos como este para perfeccionar los protocolos de alerta y comunicación de riesgos, asegurando así que en el futuro la población reciba una protección adecuada y oportuna ante situaciones peligrosas.



