Los organismos internacionales de inteligencia y seguridad continúan alerta ante el aumento de mensajes de odio y llamados a la violencia procedentes de grupos terroristas. En respuesta a recientes actos antisemitas ocurridos en Sídney, Australia, la facción de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) difundió un comunicado en el que incita a sus seguidores a llevar a cabo ataques a nivel global.
La declaración extremista de Saad bin Atif Al-Awlaqi
Por medio del canal propagandístico Al Malahem, el líder yihadista identificado como Saad bin Atif Al-Awlaqi emitió un mensaje con contenido radical:
• Apoyo a actos terroristas: El «jeque» expresó elogios hacia las recientes acciones dirigidas contra blancos judíos y estadounidenses, calificándolas como «valerosas».
• Convocatoria a actuar de manera individual: Al-Awlaqi insta a sus seguidores a emprender por iniciativa propia lo que llama «erradicar el doble mal» (en alusión a judíos y estadounidenses) en cualquier parte del mundo.
• Racionalización de la violencia: El dirigente terrorista emplea un lenguaje que deshumaniza a sus objetivos, denominándolos «la raíz del sufrimiento» y «la fuente del mal». Asimismo, apela al honor y la integridad de quienes ejecuten tales actos, afirmando que sus nombres serán inscritos en una supuesta «lista de la gloria».
Situación que exige máxima vigilancia
Este comunicado no es un hecho aislado, sino que forma parte de una campaña de agitación en redes yihadistas con el propósito de fomentar la actividad de los conocidos como “lobos solitarios”. La comunidad internacional presta especial atención a estos mensajes por diversas razones:
1. Efecto imitativo: Los recientes ataques y altercados en ciudades como Sídney actúan como detonantes que potencian nuevas amenazas.
2. Difusión digital: La utilización de plataformas en línea permite que estos discursos lleguen directamente a individuos susceptibles de radicalización en distintos continentes.
3. Blancos civiles: La retórica de Al Qaeda enfoca su llamado en «dondequiera que estén», incrementando el peligro para la seguridad en espacios públicos y centros comunitarios.
Las autoridades españolas de seguridad recomiendan mantener una vigilancia constante frente a este tipo de amenazas y recuerdan que el país se encuentra actualmente en un nivel alto de Alerta Antiterrorista (nivel 4 de 5).


