Dos misiles lanzados por las fuerzas israelíes impactaron este lunes en el Hospital Al Ahli, ubicado en la ciudad de Gaza, causando importantes daños materiales y dejando al menos una víctima mortal: un niño que se encontraba ingresado y dependía de oxígeno, y que falleció durante una evacuación forzosa tras el ataque.
El ejército israelí ha confirmado la autoría del bombardeo y ha declarado que el objetivo era «un centro de mando y control de Hamás» ubicado, según sus informes, dentro de las instalaciones hospitalarias. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguran haber emitido un aviso previo al ataque, instando a evacuar el edificio.
La explosión ha dejado parte del hospital inutilizable, complicando aún más la ya crítica situación sanitaria en la Franja de Gaza. Personal médico y pacientes fueron obligados a abandonar el lugar rápidamente, lo que ha generado preocupación internacional por el respeto a las infraestructuras médicas protegidas por el derecho internacional humanitario.
Las autoridades gazatíes han condenado el ataque y afirman que se trató de una violación del derecho internacional, mientras organizaciones humanitarias han pedido una investigación independiente para esclarecer lo ocurrido.
