El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha realizado declaraciones sobre el atentado terrorista ocurrido en Bondi, Sídney, señalando que el ataque tuvo motivaciones relacionadas con la ideología del Estado Islámico (EI), un extremismo responsable de propagar el odio durante más de diez años.
En una entrevista con la cadena pública ABC, Albanese indicó que los responsables actuaron de forma individual y que se trató de un acto cuidadosamente planificado y realizado con frialdad. Este suceso ha impactado a la sociedad australiana y ha afectado a uno de sus lugares más reconocidos.
El primer ministro afirmó que acciones como estas no representan los valores de Australia, un país caracterizado por su dedicación a la tolerancia y el respeto hacia todas las personas, sin importar su origen o creencias.
La investigación, dirigida por la Policía de Nueva Gales del Sur y el Equipo Conjunto Antiterrorista, continúa revelando detalles sobre la preparación del ataque. Hasta ahora, no se han detectado vínculos directos con otras organizaciones terroristas, lo que sugiere que los atacantes posiblemente actuaron de manera autónoma.
El proceso investigativo sigue abierto y cuenta con la cooperación de la Policía Federal Australiana, la agencia de inteligencia ASIO y socios internacionales pertenecientes a la alianza Five Eyes. Esta colaboración internacional resulta fundamental para enfrentar las distintas formas de extremismo.
Albanese también informó que el hijo implicado en el atentado, Naveed Akram, permanece en estado de coma y había sido objeto de una investigación en 2019 por posibles lazos con el Estado Islámico. Aunque entonces no se le consideró una amenaza activa, las averiguaciones actuales exploran la posibilidad de una radicalización posterior que habría llevado al ataque.
El padre de Naveed, Sajid Akram, fue interrogado en la fase inicial de las pesquisas, lo que indica que las autoridades ya conocían algunas actividades relacionadas y que la situación podría haber sido más compleja de lo inicialmente percibido.
Antes del atentado, ambos sospechosos habrían viajado a Filipinas, lo que ha generado hipótesis sobre posibles entrenamientos militares. Durante la investigación se encontraron banderas caseras del Estado Islámico y artefactos explosivos improvisados en el vehículo utilizado por los atacantes, lo que añade gravedad y evidencia de planificación en el incidente.
La investigación continúa abierta para esclarecer los motivos detrás de esta tragedia. Albanese ha reiterado la importancia de brindar el tiempo necesario a los investigadores para profundizar en las líneas de investigación y obtener todos los detalles vinculados al suceso.
El primer ministro también resaltó que el ataque incluyó un componente antisemita y defendió las nuevas medidas adoptadas por su gobierno para combatir el odio y la intolerancia. Entre estas acciones se encuentran la prohibición de símbolos nazis, la creación de una unidad dedicada a enfrentar el antisemitismo y el establecimiento de un registro nacional de delitos de odio.
«Queremos eliminar el antisemitismo», afirmó Albanese, subrayando la firme determinación de su administración para luchar contra cualquier ideología que fomente el odio. Estas iniciativas evidencian el compromiso de Australia con la defensa de sus valores democráticos.