José Manuel Cuenca, quien fue jefe de Gabinete de Carlos Mazón durante su presidencia en la Generalitat, ha comparecido nuevamente este viernes ante la jueza de Catarroja que investiga la gestión de la DANA, a partir de los mensajes de WhatsApp enviados con la entonces consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas.
Cuenca ha manifestado que no puede entregar su teléfono móvil para «proteger su intimidad», aunque ha dejado abierta la posibilidad de que la magistrada solicite a la Generalitat la recuperación de sus mensajes con Mazón durante los días de la emergencia.
La declaración transcurrió en un ambiente tenso. La jueza le señaló posibles contradicciones entre su primera versión y los mensajes aportados por Pradas, mientras que la Fiscalía llegó a considerar que actuaba como «el vicepresidente del Gobierno», excediendo sus competencias.
El abogado de la acusación, Manolo Mata, pidió un careo entre Cuenca y Pradas con el fin de confrontar sus testimonios. La jueza explicó que esta petición debe presentarse por escrito para su valoración. De ser aceptada, sería el primer careo desde el inicio de la instrucción, una medida esencial para esclarecer los hechos y evaluar la credibilidad de los involucrados.
Cuenca argumentó que no dispone de copia de seguridad de sus mensajes de WhatsApp tras cambiar de teléfono, y calificó sus intercambios con Pradas como «fuera de contexto». Sin embargo, señaló que está dispuesto a que la Generalitat intente recuperar sus comunicaciones con el presidente Mazón y, si se hallan, decidirá si autoriza su incorporación al proceso.
El jefe de Gabinete insistió en que su función se limitaba a supervisar algunos discursos del presidente y aseguró que no participó en decisiones relacionadas con la publicación de listados de llamadas o facturas durante la DANA, manteniendo así la investigación centrada en su papel en la gestión de la emergencia.


