Carlos Alcaraz sigue dejando huella en el Masters 1000 de Indian Wells. En su enfrentamiento de tercera ronda, el tenista español se impuso con autoridad al canadiense Denis Shapovalov por 6-2 y 6-4 en una hora y 24 minutos. Sin embargo, más allá del resultado, el partido quedó marcado por un golpe espectacular de Alcaraz que alcanzó una velocidad de 181 kilómetros por hora, dejando sin opciones a su rival y generando la admiración del público.
El punto que está dando la vuelta al mundo comenzó de forma táctica, con Alcaraz enviando bolas altas al revés de Shapovalov. El canadiense logró mantenerse en el intercambio hasta que el español cambió radicalmente de estrategia: soltó una derecha invertida con tal potencia y precisión que resultó imparable. La velocidad del golpe asombró tanto a los espectadores como a los expertos del circuito, consolidando a Alcaraz como uno de los jugadores más explosivos y talentosos del momento.
«Sabía que Shapovalov venía jugando a un gran nivel, con buenos resultados en Dallas y Acapulco. Quise empezar con intensidad, enfocado en mi juego y buscando entrar en ritmo rápidamente. Fue un partido mentalmente exigente, pero estoy muy feliz por avanzar», declaró Alcaraz tras el encuentro.
Más allá del tenis, el murciano también protagonizó un momento divertido con el público. Algunos aficionados acudieron disfrazados de abejas en referencia al incidente de la pasada temporada, cuando un enjambre interrumpió su partido contra Zverev. Alcaraz, lejos de ignorarlo, se unió a la broma y se tomó un «selfie» con ellos al final del duelo, provocando risas y aplausos en las gradas.
Con esta victoria, Alcaraz avanza a los octavos de final, donde se medirá ante el experimentado Grigor Dimitrov en un duelo que promete emociones fuertes. Mientras tanto, el español sigue demostrando que, además de talento, tiene la capacidad de convertir cada partido en un espectáculo.
