La declaración de la emergencia por sequía en Cataluña es ya una realidad. Así lo ha decretado hoy la Generalitat tras la reunión extraordinaria de la comisión interdepartamental que ha encabezado el presidente del Govern, Pere Aragonès.
Las restricciones ya avanzadas en las últimas semanas entrarán en vigor a partir de este viernes y afectarán a seis millones de personas de las áreas de Barcelona y Girona abastecidas de agua por el sistema Ter-Llobregat. El consumo quedará limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día en los 202 municipios que, a partir de mañana, se unen a los 37 que ya estaban en la fase de emergencia.
Así lo han anunciado en una rueda de prensa el propio Aragonès y el consejero de Acción Climática, David Mascort. «No nos habíamos enfrentado nunca una sequía tan prolongada desde que existen mediciones de lluvia. Arrastramos tres años en los que no llueve como necesitamos», ha dicho el president, que ha defendido que «el trabajo» y «las inversiones» han conseguido «retrasar hasta 15 meses» la fecha de entrada en fase de emergencia que se había previsto al iniciar la aplicación del Plan especial de sequía de la Generalitat, que fue aprobado hace cuatro años.
«La sequía se superará, pero estamos en una nueva realidad climática en la que es más probable que haya nuevas sequías y sean más frecuentes y más intensas», ha añadido Aragonès. Mascort, por su parte, ha calificado los próximos meses como «intensos» y como «el preludio de tiempos vertiginosos» si la sequía sigue persistiendo.