Un incidente en un reactor nuclear situado en la Ciudad Universitaria dejó una contaminación radiactiva invisible en el agua y en los cultivos desde 1970
En 1970, un accidente en un reactor nuclear experimental ubicado en el corazón de la Ciudad Universitaria de Madrid produjo un vertido radiactivo que afectó al río Manzanares, a los sistemas de riego y a los acuíferos que suministraban agua potable durante varios años.
Este evento, que permaneció en silencio durante muchos años, tuvo un impacto directo en la agricultura local y en el abastecimiento de agua en la capital, sin que la población fuera advertida sobre los posibles peligros.
El origen de esta contaminación radiactiva se atribuye a un fallo en un reactor de investigación operado por la universidad. Según informes recientes, los materiales radiactivos se propagaron por el sistema fluvial del Manzanares, infiltrándose en los suelos y acuíferos que continuaron utilizándose aparentemente sin ninguna restricción.
A pesar de la gravedad del suceso, las autoridades que estaban al mando en ese momento decidieron mantener la información oculta. No se emitieron alertas públicas ni se implementaron acciones concretas para controlar o mitigar la contaminación, lo que permitió que sus efectos persistieran sin un control efectivo durante décadas.
Especialistas en seguridad nuclear y medio ambiente han señalado que los residuos radiactivos podrían haber ocasionado efectos negativos en la salud pública, muchos de los cuales aún no han sido plenamente evaluados. Ha surgido una demanda urgente para investigar la posible contaminación residual en las zonas afectadas.
Grupos sociales y ambientales reclaman ahora una investigación independiente, acceso completo a los archivos clasificados y responsabilidades claras por lo que consideran uno de los casos más serios de negligencia ambiental y sanitaria en la historia reciente de España.