Diez meses tras el desmantelamiento de una red que enviaba grandes cantidades de hachís desde Marruecos a España, el avance en la investigación del narcotúnel descubierto en Ceuta continúa detenido debido a la ausencia de cooperación del país vecino.
La juez María Tardón, de la Audiencia Nacional, ha requerido en repetidas ocasiones a las autoridades marroquíes información sobre la parte del túnel ubicada bajo su jurisdicción y otros aspectos relacionados con la red de narcotráfico. No obstante, hasta la fecha no se ha recibido respuesta concreta y las pesquisas permanecen “paralizadas y sin novedades”, según fuentes de la Guardia Civil.
En abril, informes difundidos en Marruecos situaban la entrada del túnel en una vivienda dentro de una zona militar, con posibles detenciones de implicados. Sin embargo, en territorio español no se ha registrado avance alguno en estas diligencias, lo que complica el progreso del caso.
Por su parte, las autoridades españolas mantienen la vigilancia del túnel mediante sistemas de videovigilancia, asegurando la integridad de la estructura y evitando su reactivación. La investigación, iniciada con la Operación Hades en febrero, ha incluido nuevos imputados, entre ellos funcionarios de la Guardia Civil y un exdiputado de la Asamblea de Ceuta.
El narcotúnel, localizado en el polígono industrial del Tarajal, a 12 metros de profundidad y con una extensión de 50 metros, habría sido empleado tanto para el traslado de droga como para la entrada irregular de migrantes. La pesquisa indica que algunos agentes de la Guardia Civil proporcionaban información a la organización criminal a cambio de sumas de entre 70.000 y 100.000 euros.
La falta de cooperación internacional y la complejidad de la red criminal evidencian los retos que supone combatir el narcotráfico en la frontera sur de España, donde la Guardia Civil sigue atenta a la evolución del caso.
