Más de medio millar de personas se concentran en Benzú en apoyo al pueblo palestino y a la Global Sumud Flotilla. La hija de la activista ceutí anuncia emocionada su liberación y deportación a España.
Ceuta ha vivido este domingo una jornada marcada por la solidaridad y la emoción. Más de medio millar de personas, entre vecinos de la ciudad y de la barriada de Benzú, se han concentrado para alzar la voz en apoyo a la Global Sumud Flotilla y al pueblo palestino.
La movilización también ha servido para mostrar respaldo a Hanan Alcalde, vecina de Ceuta y una de las detenidas por las autoridades israelíes, que —según anunció su hija durante el acto— ya ha sido liberada y deportada a España.

Una concentración multitudinaria
La convocatoria, organizada por la Asociación de Vecinos de Benzú y los familiares de Hanan Alcalde, reunió a cientos de personas que portaban banderas de Palestina y pancartas con mensajes como “Ceuta con Palestina”, “No al genocidio del pueblo palestino”, “No son soldados, son solo niños” o “Free Palestine”.
Desde primera hora de la tarde fueron llegando vecinos de todas las edades —niños, jóvenes y mayores— dispuestos a exigir el fin del bloqueo en Gaza y a pedir justicia para el pueblo palestino.
Diferentes puntos de partida
Varias entidades se sumaron a la movilización desde distintos puntos de la ciudad. El Sindicato de Estudiantes, por ejemplo, partió desde la Playa de Benítez y recorrió a pie el trayecto hasta Benzú.
El Motoclub ADTV también se unió a la causa, partiendo desde el centro de Ceuta con sus motocicletas en una marcha ruidosa que culminó en la barriada.

El destino final fue el merendero de Benzú, donde aguardaba el grueso de la comitiva para iniciar un recorrido a pie lleno de cánticos y consignas. Entre los asistentes se encontraban también representantes políticos del PSOE, Ceuta Ya! y MDyC.
Escenografía y emoción en el merendero
Al llegar al merendero, los manifestantes encontraron una escenografía simbólica: varios niños envueltos en mantas blancas manchadas de rojo, simulando sangre, como denuncia del sufrimiento infantil en Gaza.
Los asistentes corearon frases como “Cada niño muerto es un niño nuestro”, entre aplausos y lágrimas.
Lectura del manifiesto
El momento más emotivo llegó con la lectura del manifiesto, a cargo de Insaf Abdelkader, hija de Hanan Alcalde, acompañada por Karima, vicepresidenta de la asociación vecinal de Benzú, y amigas de la activista.
Karima agradeció la participación ciudadana y el apoyo mostrado hacia Palestina, la Flotilla y Hanan Alcalde.
Después, Insaf tomó la palabra para dedicar unas emocionantes palabras a su madre:
“Tú no solo piensas en ti, piensas en nosotros. Elegiste luchar, estar al lado de la dignidad. El amor verdadero también es lucha. Hoy quiero que sepas que estoy orgullosa de ti, de tu coraje, de tu empatía. Has demostrado que puedes ser madre y revolucionaria”.
Entre aplausos, añadió:
“Pase lo que pase, quiero que sepas que te apoyo con toda mi alma. Gracias, mamá, por no rendirte nunca y por recordarme que siempre hay espacio para la esperanza. Tu familia está contigo”.
Los asistentes respondieron al grito de “¡Viva Hanan Alcalde!”, hasta que una amiga de la familia anunció la liberación de la activista, confirmando que ya estaba de camino a España, lo que provocó una gran ovación.
El origen de la protesta
La movilización fue convocada después de que se conociera la detención de 473 tripulantes de la Global Sumud Flotilla por parte de las autoridades israelíes, mientras navegaban hacia Gaza con el objetivo de entregar ayuda humanitaria.
Entre los arrestados se encontraba Hanan Alcalde, que fue trasladada a la prisión de Saharonim, en el desierto del Neguev, al sur de Israel. Según informaron los familiares, la activista ha sido finalmente deportada a España.
Una marcha por la dignidad palestina
La manifestación comenzó en la entrada de la barriada de Benzú, poco después de las cinco de la tarde. Durante todo el recorrido, los participantes corearon consignas como:
“Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá”, “Asesinos, Israel”, “Con la flotilla ni un paso atrás”, “Flotilla, aguanta, que el pueblo se levanta”, “Que viva la lucha del pueblo palestino” o “No es una guerra, es un genocidio”.
Las pancartas, las banderas y los cánticos convirtieron Benzú en un clamor solidario que unió a toda la comunidad en torno a una causa común: la defensa de los derechos humanos del pueblo palestino.