El diputado Carlos Verdejo denuncia que en Ceuta se padece una desigualdad constante: los residentes enfrentan costos adicionales y obstáculos aduaneros que dificultan comprar en condiciones similares a las del resto de España. Sus críticas, que apuntan a su propio partido, Vox, y a MDyC, surgen en el contexto del debate sobre la flexibilización en el tránsito de alimentos por la frontera con Marruecos.
Verdejo explica que la solución radica en la integración total de Ceuta en la unión aduanera europea, conservando sus beneficios fiscales. Destaca que comprar en línea resulta complicado debido a las actuales barreras. Este cambio representaría un avance significativo para la economía local y la calidad de vida de sus habitantes.
El diputado recuerda que, durante varios años, se han presentado iniciativas en la Asamblea de Ceuta en apoyo a esta integración, incluso con el respaldo explícito del presidente Vivas. Sin embargo, estas acciones han sido meramente formales, sin avances concretos en Madrid o Bruselas. En consecuencia, Ceuta continúa en la misma situación, en beneficio de ciertos empresarios locales que se aprovechan de mantener cautivo al consumidor de la ciudad.
Reproches a Vox y MDyC
Verdejo critica a ambos partidos por no estar a la altura. Sostiene que Fátima Hamed se limita a señalar restricciones específicas en la frontera sin proponer soluciones efectivas. Por su parte, Vox defiende una postura nacionalista pero actúa en favor de intereses locales privilegiados. Aunque vociferan contra Marruecos, permanecen silenciosos cuando se trata de exigir en las instituciones españolas y europeas una integración que beneficiaría a la población ceutí.
El diputado afirma que estas formaciones priorizan proteger a un reducido grupo de empresarios cercanos, dejando a miles de consumidores locales expuestos a precios elevados y barreras comerciales.
Proyecto Hispanos: protección al consumidor
Verdejo asegura que el proyecto Hispanos surge para afrontar las deficiencias que otros partidos no abordan. Su objetivo es defender a los consumidores de Ceuta, reclamar la igualdad de derechos con el resto del país y perseverar hasta lograr la integración completa en la unión aduanera europea, manteniendo los beneficios fiscales actuales. «Ceuta no debe ser un mercado cerrado al servicio de unos pocos, sino una ciudad con oportunidades para todos», concluye.