Tras su arriesgado cruce a nado y su solicitud de protección internacional, la joven marroquí expresa su deseo de volver a casa, aunque teme ser detenida
Ceuta, 19 de octubre de 2025.
La historia de Chaimae El Grini, la joven marroquí que se hizo viral en redes sociales tras cruzar a nado desde la costa de Marruecos hasta Ceuta, ha dado un nuevo giro. La joven, que solicitó asilo político en cuanto llegó a la ciudad autónoma, obtuvo así la documentación provisional que le permitía viajar legalmente a la Península. Sin embargo, tras su paso por territorio peninsular, ha decidido regresar a Ceuta y ha manifestado su intención de volver a Marruecos, aunque asegura temer ser arrestada por las autoridades de su país.
Del cruce arriesgado a la protección internacional
Chaimae, natural de Martil, alcanzó notoriedad el pasado año al compartir en TikTok vídeos de su travesía marítima hasta Ceuta. En las imágenes, relataba las horas de nado, las corrientes que la desviaban y el miedo a no llegar a tierra firme. Su historia, seguida por miles de usuarios, simbolizó el riesgo que asumen muchos jóvenes del norte de Marruecos al intentar alcanzar suelo español.

Nada más pisar territorio ceutí, presentó una solicitud de asilo político, un paso que le permitió acogerse a los mecanismos de protección internacional y obtener un documento de solicitante. Este estatus le daba el derecho a cruzar legalmente a la Península, un logro que muchos migrantes alcanzan en su misma situación.
Una decisión inesperada: volver a Ceuta y querer regresar a Marruecos
Pese a las oportunidades que abría su solicitud de asilo, Chaimae sorprendió al regresar voluntariamente a Ceuta. En vídeos recientes, asegura que su deseo es regresar a su casa en Marruecos y reunirse con su familia. Sin embargo, su historia mediática —ampliamente difundida en prensa y redes— la hace temer que pueda ser detenida al regresar a su país, por haber protagonizado un cruce irregular y aparecer públicamente relatando su experiencia.
“Solo quiero volver a casa sin problemas”, ha expresado la joven en redes sociales, visiblemente cansada del foco mediático que la rodea desde su llegada.
Entre la visibilidad y la vulnerabilidad
El caso de Chaimae pone de relieve la doble cara de la exposición pública: su historia de superación la convirtió en un símbolo, pero también en una figura vulnerable. Organizaciones que trabajan con solicitantes de asilo en Ceuta señalan que la notoriedad puede complicar su situación legal y agravar las dificultades para un eventual retorno seguro a Marruecos.
Mientras tanto, la joven permanece en Ceuta, a la espera de decidir su próximo paso. Su recorrido —del mar a la solicitud de asilo, de la Península a su regreso a la frontera— refleja la complejidad y los dilemas humanos que atraviesan quienes buscan un futuro más digno a ambos lados del Estrecho.

Chaimae Grini atendiendo a los medios marroquies en España FOTO RRSS