Beijing y Moscú manifiestan su desaprobación ante las acciones militares estadounidenses, sin llegar a ofrecer respaldo militar directo a Teherán.
En una demostración de apoyo diplomático hacia Irán, China y Rusia han rechazado de forma contundente los recientes ataques de Estados Unidos en territorio iraní y solicitan una pronta suspensión de las hostilidades. Ambos gobiernos han presentado una propuesta en organismos internacionales con el objetivo de instaurar un alto el fuego inmediato y prevenir una escalada mayor en Oriente Medio.
A pesar de sus críticas hacia Washington, ni Rusia ni China han brindado ayuda militar concreta a la República Islámica, lo que pone en evidencia las limitaciones del respaldo externo con el que cuenta Irán actualmente. Esta situación revela el creciente aislamiento de Teherán en un contexto de alta tensión geopolítica.
Especialistas internacionales señalan que, aunque el apoyo político de Rusia y China fortalece la posición de Irán en foros multilaterales, la ausencia de medidas militares tangibles destaca la distancia entre sus declaraciones y acciones por parte de sus principales aliados.
