Desde este miércoles, más de diez individuos comparecen ante la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz, ubicada en Ceuta, en el último gran juicio del año. Todos ellos enfrentan cargos por presuntamente introducir drogas con drones procedentes de Marruecos y también dentro del Centro Penitenciario de Fuerte Mendizábal, formando—según la Fiscalía—una organización criminal dedicada al tráfico aéreo de estupefacientes.
El caso, que comenzó en noviembre de 2020 y permaneció bajo secreto hasta septiembre de 2021, se basa en las intervenciones policiales realizadas a finales de 2020, cuando se interceptaron varios drones cargados con hachís que cruzaban desde Marruecos. Estos hallazgos dieron inicio a una investigación que, con el tiempo, permitió identificar a los presuntos miembros de la red.
Según la Fiscalía, los principales responsables son dos de los acusados, para quienes pide siete años de cárcel. Para el resto de los implicados solicita seis años por delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal. Al principio de la pesquisa, se consideraba a Y.M.D., conocido como Yalal “el loco” y fallecido en diciembre de 2020, como el presunto líder.
Este macrocompleto se celebra solo unos meses después de que, en julio, otra decena de procesados admitiera su participación en la denominada ‘Operación Etxea’, también relacionada con el uso de narcodrones. En ese proceso, los acusados pactaron penas de entre dos y tres años de prisión, según su nivel de implicación. Entre ellos estaban I.M.A. (‘Piolín’), Y.M.A. (‘Laika’) y otros ocho encausados.
