Page denuncia que las presiones del presidente fueron «ineficaces» y Lambán habla de «ira» y «pérdida de control» en sus llamadas.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que las presiones ejercidas por Pedro Sánchez hacia él han sido «ineficaces», subrayando su independencia frente a la dirección nacional del PSOE. Por su parte, el expresidente aragonés Javier Lambán ha ido más allá, afirmando que Sánchez reaccionaba con «ira» y «pérdida de control» cuando lo llamaba personalmente para mostrar su malestar ante ciertas críticas o posicionamientos.
Ambos dirigentes forman parte del ala más crítica del socialismo con respecto a algunas decisiones adoptadas por Sánchez durante su mandato, especialmente en lo referente a pactos parlamentarios y políticas territoriales. Según fuentes cercanas, el presidente del Gobierno llegó a dar instrucciones al entonces secretario de Organización, José Luis Ábalos, para que “marcara” a los barones que mostraban resistencia o discrepaban de la línea oficial del partido.
Estas revelaciones vuelven a poner de manifiesto las tensiones internas dentro del PSOE y el complicado equilibrio entre el liderazgo del Gobierno central y la autonomía de los líderes regionales. Page y Lambán, conocidos por su tono crítico pero moderado, han roto el silencio para denunciar lo que consideran intentos de amedrentamiento desde Ferraz.
El episodio pone sobre la mesa la fractura cada vez más visible en el seno del socialismo español, en un momento en el que el presidente Sánchez ha apostado por una estrategia de consolidación de poder y control interno que no todos están dispuestos a aceptar.
