La situación en la Franja de Gaza empeora día tras día. De acuerdo con reportes recientes, cerca de 90.000 mujeres y niños están en riesgo crítico de morir si no reciben un tratamiento urgente contra la desnutrición. La falta de alimentos, atención sanitaria y acceso a ayuda humanitaria ha provocado una crisis silenciosa con víctimas difíciles de detectar.
“He observado niños con brazos más delgados que mis dedos”, comenta un testigo desde el lugar. Este relato evidencia el grave deterioro físico en los menores que, atrapados por el conflicto, carecen de lo más esencial: comida, agua potable y atención médica.
La desnutrición severa es una condición presente en hospitales saturados, donde médicos, enfermeros y también periodistas enfrentan escasez de suministros y alimentos. Las condiciones laborales son extremadamente difíciles: sin electricidad estable, con insuficiencia de medicamentos y bajo constantes ataques.
Organismos humanitarios alertan que, sin una acción inmediata y mantenida, el impacto será catastrófico. La comunidad internacional recibe un llamado urgente para frenar esta tragedia antes de que se torne irreversible.