Una clienta expresó su sorpresa al recibir la factura en un restaurante ubicado en el paseo marítimo de El Palo, Málaga, al descubrir que se le había cargado automáticamente una propina de 3,5 euros por persona sin que se le informara previamente. Esta situación fue difundida en redes sociales a través de la cuenta de X (anteriormente Twitter) Soy Camarero, que recopila anécdotas y experiencias del sector hostelero.
“Hola, el otro día me sorprendió mucho al almorzar en el paseo marítimo de El Palo en Málaga… 3,5 euros de propina por persona sin que me preguntaran”, comentó la usuaria en un mensaje enviado a dicha cuenta. La clienta, quien también trabaja en hostelería, manifestó entender la relevancia de la propina, pero se mostró en desacuerdo con que sea obligatoria: “Trabajo en hostelería y me gusta que me den propina, pero imponer que te la cobren no me parece correcto… Por si quieres compartirlo”.
Este caso ha provocado un debate en redes sociales, donde la publicación ha alcanzado más de 78.500 visualizaciones, 706 ‘me gusta’ y 178 retuits. Algunos usuarios defienden esta práctica siempre que se informe antes al cliente, mientras que otros opinan que no es adecuado añadir este cargo sin consentimiento previo.
“La propina tiene origen en la época de los mozos que trasladaban maletas… si buscas atención personalizada, es justo dejar propina”, comentó un usuario. Otro agregaba: “Si se comunica con anticipación al cliente, no hay problema. Si no, no debería cobrarse”.
El tema plantea una cuestión cada vez más relevante en la hostelería española: ¿debería establecerse una regulación o aceptar la propina obligatoria, o continuar siendo un acto voluntario por parte del cliente?
