Junts, ERC y la CUP cumplen un año desde el 12-M enfrentando conflictos internos y procesos de renovación
Han pasado doce meses desde las elecciones catalanas del 12 de mayo, periodo durante el cual el escenario político de Cataluña ha experimentado cambios notables. Salvador Illa, del Partido Socialista, se ha consolidado como una figura clave en la política regional.
El espacio independentista, conformado por Junts per Catalunya, Esquerra Republicana (ERC) y la CUP, atraviesa actualmente una etapa marcada por distanciamientos y ajustes internos. Aunque anteriormente compartían metas comunes, hoy existen diferencias significativas tanto en sus estrategias como en sus discursos.
Junts ha vivido un proceso de cambio en su liderazgo tras la salida de referentes históricos y busca ahora redefinir su papel en una Cataluña donde el debate entre izquierda y derecha recobra relevancia. ERC, por su parte, ha comenzado una revisión de su rumbo tras los resultados electorales, debatiendo entre mantener una postura moderada e institucional o preservar la esencia del independentismo. Por último, la CUP continúa cuestionando tanto el autonomismo como la tendencia pragmática de los demás partidos soberanistas, aunque enfrenta retos para ampliar su base social.
En este contexto, Salvador Illa ha logrado establecer estabilidad parlamentaria y promover un discurso enfocado en el diálogo y la eficacia en la gestión, desplazando momentáneamente el protagonismo del debate independentista. Sin un plan claro ni una unidad sólida entre las fuerzas independentistas, estas parecen estar buscando su posición en esta nueva etapa política.
A la altura del primer aniversario del 12-M, surge la incógnita sobre si el independentismo podrá reconstruir alianzas o si la fragmentación continuará siendo el rasgo distintivo del futuro político en Cataluña.
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