El gobierno estadounidense confirmó la destrucción de una octava narcolancha en el Pacífico Oriental, dentro de su estrategia para frenar el tráfico marítimo de drogas. La operación fue dada a conocer por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, quien equiparó a los cárteles con grupos terroristas como Al Qaeda y su líder, Bin Laden.
«No habrá lugar para refugios ni clemencia, solo justicia», declaró Hegseth, enfatizando la intención de Washington de intensificar la persecución contra las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico internacional.
Esta acción se integra en una serie de iniciativas militares y colaboraciones internacionales dirigidas a interceptar embarcaciones usadas para el traslado de drogas, en un contexto de creciente presión sobre los cárteles que operan en América Latina y las rutas del Pacífico.
Expertos señalan que estas operaciones buscan tanto detener el ingreso de estupefacientes a Estados Unidos como enviar un mensaje preventivo a las redes criminales.