El sector socialista dentro del Ejecutivo ha alertado sobre lo que considera una «campaña persistente» dirigida contra el presidente Pedro Sánchez, que está afectando su agenda política y complicando el curso habitual de la legislatura.
Desde este grupo señalan que ciertas estrategias de acoso y deslegitimación promovidas por algunos sectores políticos y medios han generado un ambiente particularmente adverso, que esperan se mantenga hasta el verano. Aunque no se contempla una moción de censura en este escenario, se reconoce que la tensión actual influye notablemente en la dinámica institucional y mediática.
“La intención parece ser desestabilizar al presidente y distraer la atención de los avances legislativos”, indican fuentes próximas a Sánchez, que perciben esta situación como un riesgo tanto para su liderazgo como para el correcto funcionamiento democrático.
Mientras tanto, el Gobierno redobla esfuerzos para mantener su planificación legislativa y asegurar apoyos en el Parlamento, a pesar del clima de confrontación política y el desgaste causado por los ataques constantes.