Por segunda ocasión consecutiva, la Real Sociedad B perdió en su propio estadio en un encuentro en el que Pellegrino Matarazzo asistió desde el palco. El equipo de Ceuta mostró superioridad y confirmó su aspiración a los puestos de promoción de ascenso.
Este domingo, Anoeta recibió una visita destacada. Pellegrino Matarazzo, nuevo técnico del primer equipo de la Real Sociedad, presenció por primera vez un partido en el estadio txuri-urdin, acompañado por el presidente Jokin Aperribay y el director deportivo Erik Bretos. Tras recorrer las instalaciones de Zubieta, el entrenador estadounidense quiso observar al filial en acción, aunque el resultado no fue favorable para los locales.
La Real Sociedad B inició el encuentro motivada y pronto tomó la delantera. A los seis minutos, Mariezkurrena envió un pase preciso al espacio que Álex Marchal aprovechó para definir con una vaselina frente a Guille Vallejo. El delantero celebró con vehemencia un gol que compensaba el penalti cometido en la jornada anterior. Poco después, Marchal estuvo cerca de ampliar la ventaja con un disparo que exigió una gran parada del portero ceutí.
Tras el 1-0, el partido experimentó un cambio notable. El AD Ceuta comenzó a controlar el balón y a dominar el juego, presionando al filial en su propio campo. Aitor Fraga realizó varias intervenciones destacadas frente a remates de Carlos Hernández, Obeng y un activo Kuki Zalazar, quien empezó a marcar diferencias. El dominio visitante fue constante y se tradujo en un gol justo antes del descanso. Tras una pérdida en el centro del campo, Zalazar ejecutó una vaselina desde más de 20 metros que entró en la portería local, logrando un empate espectacular.
Tras el descanso, la dinámica del partido se mantuvo. Solo cuatro minutos después, Youness asistió con un pase preciso a Koné, quien superó la defensa y batió a Fraga con un disparo raso, completando la remontada. Jon Gorrotxategi intentó reaccionar con cambios, incorporando a Ochieng, Dani Díaz y Gorosabel, pero el control del encuentro seguía siendo para el Ceuta.
El conjunto ceutí continuó generando peligro con cada aproximación. En el minuto 69 se produjo el gol definitivo. Un penalti de Aguirre sobre Obeng permitió a Rubén Díez transformar desde los once metros para establecer el 1-3, sellando un triunfo que reflejaba el desarrollo en el campo.
En los minutos finales, la Real Sociedad B buscó acortar distancias con más voluntad que claridad. Ochieng estuvo cerca de marcar en el minuto 85, pero la defensa visitante evitó el gol bajo los palos. No hubo tiempo para más y Anoeta dejó de ser un fortín en el último partido del año.
El AD Ceuta, con un equipo sólido y jugadores clave, se posiciona firmemente en la lucha por el play-off y afronta el parón navideño con renovadas esperanzas. Por su parte, el filial txuri-urdin concluye 2025 con interrogantes, mirando a enero cuando Ion Ansotegi regresará al banquillo.


