Los jóvenes menores de 24 años encuentran cada vez más complicado salir del hogar familiar. El elevado precio del alquiler junto con salarios que aumentan a un ritmo inferior al coste de la vivienda están posponiendo los planes de vida de toda una generación.
Ana Belén Poza, de 24 años y residente en Pamplona, comenta que independizarse es una meta personal, pero que los altos precios de alquiler y el coste de vida dificultan esta posibilidad. En su ciudad, alquilar una habitación ronda los 425 euros, cifra que consume una gran parte de los ingresos de cualquier trabajador joven, según datos de Idealista.
La media de edad para independizarse en España supera los 30 años, situándose entre las más elevadas de la Unión Europea. De acuerdo con el Consejo de la Juventud de España (CJE), el 80% de los jóvenes que logran emanciparse lo hacen compartiendo piso con otras personas, y muchos otros han abandonado la intención de dejar el hogar familiar.
El informe Experiencia en alquiler 2025, elaborado por Fotocasa, señala una reducción en la búsqueda de vivienda entre jóvenes de 18 a 24 años, que pasó del 25% en 2024 al 20% en 2025. María Matos, portavoz del portal inmobiliario, aclara que esto no responde a un cambio en las preferencias, sino a una adaptación forzosa a la actual situación del mercado.
Este problema va más allá de lo económico y tiene implicaciones sociales. Andrea Jarabo, portavoz de Provivienda, advierte que retrasar la independencia afecta el relevo generacional, la natalidad y la igualdad de oportunidades, ya que el acceso a la vivienda condiciona el desarrollo vital y profesional de los jóvenes.
En este contexto, la llamada «generación inquilina» afronta un futuro con incertidumbre, marcado por salarios insuficientes, alquileres elevados y la postergación de proyectos personales.