El ‘Gran Marruecos’ representa la doctrina central del nacionalismo e irredentismo marroquí, una corriente política que busca anexar extensos territorios con el fin de reconstruir un antiguo imperio. Esta aspiración territorial afecta la soberanía española, ya que incluye la reclamación formal de ciudades como Ceuta y Melilla, así como otras plazas y, en algunas interpretaciones, el archipiélago canario.
Este concepto nacionalista surgió en la década de 1920 como respuesta al colonialismo francés y español en el norte de África. Fue promovido por el político islamista Allal El Fasi, fundador en 1943 del Partido Istiqlal (Partido de la Independencia).
Fundamentos ideológicos y territoriales
La doctrina se basa en el salafismo (una corriente suní del Corán) y el panarabismo, con el objetivo de restaurar la influencia de dinastías históricas como el Sultanato benimerín y el Imperio almohade.
Actualmente, territorialmente, el ‘Gran Marruecos’ incluiría la incorporación de:
- Sáhara Occidental y la totalidad de Mauritania.
- Áreas occidentales de Argelia y el norte de Mali.
- Las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla.
- Las Plazas de soberanía españolas: isla Perejil, Vélez de la Gomera, Alhucemas y Chafarinas.
Algunas corrientes extremas también plantean la inclusión de las Islas Canarias, aunque el mapa publicado en 1956 por el periódico oficial del Partido de la Independencia no reflejaba esta pretensión.
‘Gran Marruecos’ como política oficial
Tras la creación del reino Alauí en 1956, esta idea ganó relevancia entre las élites políticas marroquíes. Historiadores como Maati Monjib señalan que las ideas de Allal El Fasi fueron incorporadas por la monarquía y utilizadas como bandera por el rey Hasan II en procesos como la independencia del Cabo Juby.
Actualmente, esta doctrina justifica la ocupación marroquí en el Sáhara Occidental.
La Marcha Verde de 1975
Uno de los episodios más destacados relacionados con este movimiento fue la Marcha Verde de noviembre de 1975. Aprovechando la situación política adversa en España durante los últimos días del franquismo, el rey Hasan II movilizó a más de 350.000 civiles desarmados para cruzar la frontera y avanzar hacia El Aaiún, capital del Sáhara.
Esta acción provocó que España suscribiera los Acuerdos de Madrid, mediante los cuales cedió el territorio sin realizar el referéndum de autodeterminación solicitado por la ONU. La población saharaui permanece representada por el Frente Polisario, que proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) desde el exilio.
¿Está en riesgo Canarias?
El Frente Polisario ha alertado a España indicando que, una vez que Marruecos consolide su control en el Sáhara Occidental, “el siguiente objetivo podría ser Canarias”, salvo que se frene la agenda marroquí.
No obstante, Marruecos ha mantenido una postura conciliadora con España respecto a la soberanía del archipiélago. En 1978, durante una reunión de la extinta Organización para la Unidad Africana (OUA), donde Argelia impulsaba la descolonización de Canarias, el Gobierno marroquí emitió una declaración oficial rechazando reconocer al MPAIAC (independentistas canarios con sede en Argelia) como movimiento de liberación.




