Hasta ahora, se ha mantenido tras la recuperación de la normalidad post-pandemia, por las ventajas que ofrece para una mejor organización del servicio, y entendiendo que, en beneficio del ciudadano, le evita esperas innecesarias. “Somos conscientes que, una vez desaparecida la urgencia por razones de salud pública que impuso la cita previa obligatoria, y que el supuesto y momento en el que se instauró la cita previa obligatoria ha decaído, mantener este sistema excepcional sin motivación, puede en algunos casos dificultar de alguna forma el acceso a los servicios públicos”, ha subrayado el consejero de Presidencia y Gobernación, Alberto Gaitán , quien ha querido recalcar, “la profesionalidad y buen hacer de los funcionarios de los Registros, llevaba a que se atendiera a todo usuario que llegue a los Registros sin cita previa, y presentara urgencia en la presentación de su escrito”.
La propuesta fue llevada a Pleno por el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía.
Por otra parte,el Gobierno de la Ciudad realizará una consulta técnica y jurídica para eliminar la cita previa obligatoria de aquellos servicios municipales en los que no sea imprescindible, pero se mantendrá en aquellos en los que, como el ICD o Servicios Sociales, la cita previa ha servido para mejorar notoriamente atención a los usuarios. En el caso de Servicios Sociales, evitando incluso las largas colas que, de madrugada, se producían años atrás en las puertas de la Consejería para ser atendidos.
La consejera Kissy Chandiramani ha recordado que la cita previa evita esperas innecesarias a los ciudadanos y mejora la organización de los servicios.