El encuentro entre la AD Ceuta FC y la UD Almería, disputado este domingo en el estadio Alfonso Murube, comenzó con un sentido homenaje a Manolo Serrán, una de las figuras más queridas del fútbol ceutí.
La familia del recordado futbolista fue la encargada de realizar el saque de honor, un gesto con el que la AD Ceuta quiso rendir tributo a quien simbolizó la unión entre ambos clubes. El encargado de ejecutar el saque fue Dani Serrán, uno de sus hijos, acompañado por su hijo pequeño, nieto del legendario jugador.
Dos escudos y una historia unidas por Manolo Serrán
“Un partido que inevitablemente nos hace recordar a Manolo Serrán, el ceutí que unió a ambos equipos con su talento y su historia”, expresó la Real Federación de Fútbol de Ceuta en el acto previo al inicio del encuentro.
En la temporada 1979/80, Serrán fue fichado por la UD Almería en la operación más cara de la Primera División de aquel año. Apenas una temporada después, el destino lo trajo de vuelta a su tierra para jugar en la Agrupación Deportiva Ceuta, recién ascendida a Segunda División.
El primer gol de Ceuta en la categoría de plata
El 7 de septiembre de 1980, con un Murube abarrotado, Manolo Serrán marcó el primer gol de la historia de la AD Ceuta en Segunda División A, frente al Málaga. Aquel tanto, más que un logro deportivo, se convirtió en símbolo de orgullo e identidad para todo el fútbol ceutí.
Serrán dio sus primeros pasos en las categorías inferiores de la ciudad antes de alcanzar la Primera División con el Almería. En su trayectoria coincidió con el actual presidente de Ceuta, Juan Vivas, con quien compartió vestuario en Tercera División.
Más allá del fútbol
Manolo Serrán nació en 1954. Casado con Toñi, fue padre de tres hijos —Manolo, Sergio y Dani— y siempre mantuvo un estrecho vínculo con sus amigos y compañeros, especialmente con Pepe Almagro, uno de sus amigos más cercanos.
Aunque en los últimos años sus problemas de salud lo mantuvieron alejado de los terrenos de juego, su pasión por el fútbol y su cariño por Ceuta nunca se apagaron.
El homenaje vivido hoy en el Murube ha servido para recordar su legado y para que, una vez más, su nombre resonara entre los aplausos de los aficionados que nunca olvidarán al hombre que hizo historia con el balón y con el corazón.




