El escándalo relacionado con los abusos presuntamente cometidos durante varias décadas en la escuela católica de Bétharram ha provocado una crisis política en Francia, situando al primer ministro François Bayrou en el foco del debate. La controversia ha llegado al Parlamento, donde Bayrou afirmó de manera tajante que desconocía los hechos mientras ejercía como ministro de Educación, a pesar de que sus hijos asistieron al referido centro.
Ubicada en la región de Pirineos Atlánticos, la escuela enfrenta numerosas denuncias por abusos físicos, psicológicos y sexuales cometidos principalmente entre los años 1970 y 1990. Las investigaciones, que se han reabierto recientemente tras nuevas declaraciones de víctimas, han evidenciado un patrón de ocultación por parte de las autoridades religiosas y educativas.
La reputación de Bayrou se ha visto afectada al revelarse que, durante su periodo al frente del Ministerio de Educación en los años 90, se habrían recibido alertas internas sobre conductas irregulares en centros religiosos concertados, incluidas las relacionadas con la escuela de Bétharram. En su comparecencia ante la Asamblea Nacional, Bayrou negó haber recibido información concreta sobre el asunto: “No se me comunicó ninguna alerta específica mientras ocupé el cargo. Conozco estos hechos con la misma indignación que cualquier ciudadano”, manifestó.
Por su parte, la oposición reclama explicaciones más claras, cuestionando cómo pudo el entonces ministro no tener conocimiento de lo que sucedía en un centro tan cercano a su entorno familiar. Un diputado del grupo ecologista afirmó: “Esto va más allá de una falta institucional, representa una ceguera ética”.
El Gobierno ha anunciado la formación de una comisión independiente para indagar en la actuación de las autoridades civiles y religiosas respecto a este caso. Las asociaciones de víctimas demandan justicia, reparación y una revisión exhaustiva del sistema de supervisión en las escuelas privadas concertadas.
La presión política sobre Bayrou aumenta conforme avanza la investigación, en un asunto que podría marcar un punto de inflexión en la relación entre el Estado francés y las instituciones educativas religiosas.
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