El Ministerio de Asuntos Exteriores ha aprobado una inversión de 2,6 millones de euros para la demolición del ala sur del Hospital Español de Tánger, así como para la implementación de medidas de seguridad en el recinto. La adjudicación de estas obras se ha realizado sin publicidad, argumentando la urgencia de la situación y la existencia de un supuesto «grave peligro», según fuentes gubernamentales.
Antes de tomar esta decisión, el Gobierno encargó un informe arquitectónico sobre el estado del hospital. Sin embargo, el contenido del documento no ha sido hecho público, lo que ha generado interrogantes sobre los criterios que llevaron a aprobar la demolición.
Además del presupuesto destinado a la obra y a las medidas de seguridad, se suman los salarios del personal del hospital, lo que eleva el gasto total a unos 3 millones de euros. Esta cifra ha suscitado críticas, ya que, según diversas fuentes, el hospital cuenta con más trabajadores que pacientes en la actualidad.
El Hospital Español de Tánger, con más de un siglo de historia, ha enfrentado dificultades financieras y de gestión en los últimos años. La inversión del Gobierno español en su reforma y seguridad busca garantizar la estabilidad del centro, aunque la falta de transparencia en el proceso ha generado preocupación y debate en distintos sectores.