El desembolso en pensiones en España sigue aumentando y alcanza niveles sin precedentes, impulsado por el envejecimiento demográfico y la jubilación masiva de la generación del baby boom. De acuerdo con cifras de la Seguridad Social, en 2025 el gasto en pensiones contributivas llegó a 189.598 millones de euros, reflejando un crecimiento del 6,2% respecto a 2024 y un 13,1% comparado con 2023.
La liquidación de diciembre evidencia esta tendencia, con una suma de 13.750 millones de euros abonados, que representa un aumento del 5,98% en comparación con el mismo mes del año previo. Asimismo, el gasto vinculado a las clases pasivas —que incluye a funcionarios y militares— alcanzó 1.715,7 millones de euros en noviembre, con un alza del 6,4% respecto a 2024.
En total, combinando pensiones contributivas y clases pasivas, el gasto sobrepasa los 200.000 millones de euros en 2025, superando ya los 200.738 millones registrados en 2024, a pesar de no contar aún con los datos completos de diciembre.
Este crecimiento está motivado por diversas causas estructurales, entre ellas la baja tasa de natalidad en España, la mayor cuantía de pensiones para recientes jubilados y la creciente presión demográfica. Proyecciones de la Comisión Europea estiman que para 2050 España será el país de la OCDE con la mayor proporción de PIB destinada a pensiones, un 16,8%.
La pensio?n media en 2025 se sitúa en 1.317 euros brutos mensuales en 14 pagas. Para 2026, la revalorización prevista será del 2,7% en la mayoría de los casos y oscilará entre un 7% y 11,4% para los pensionistas más vulnerables, con un incremento medio del sistema del 3,44%, según datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.
Este incremento constante del gasto en pensiones destaca la creciente demanda que enfrentan las finanzas públicas y la urgencia de implementar reformas estructurales que aseguren la viabilidad del sistema a largo plazo.


