La 95ª Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), celebrada este jueves en Ginebra, ha decidido mantener a Israel como participante en Eurovisión 2026, una resolución que ha provocado una reacción inmediata: España no estará en la próxima edición del festival. RTVE, tal y como había advertido meses atrás, ha formalizado su retirada en cuanto se ha confirmado la continuidad del país hebreo.
La corporación pública española no ha sido la única en dar un paso al frente. Países Bajos (AVROTRÓS), Eslovenia (RTV Slovenija) e Irlanda (RTÉ) también han oficializado su salida del certamen. Bélgica se encuentra ahora en el centro del debate, pendiente de que sus cadenas públicas adopten una decisión definitiva.
La retirada de España supone un impacto significativo: como miembro del Big Five, no solo renuncia a enviar candidatura, sino que RTVE no retransmitirá las semifinales (12 y 14 de mayo) ni la final prevista para el 16 de mayo en Viena (Austria).
Tensiones tras la edición de 2025
El clima de Eurovisión llevaba meses enrarecido. En la edición de 2025, Austria se proclamó ganadora gracias a la actuación de J.J., mientras que Israel rozó la victoria impulsado por el televoto, en medio de abucheos del público y protestas de delegaciones como la española. En aquel certamen participaron 37 países, de los cuales 26 llegaron a la gran final, incluida España, que ahora será una de las ausencias más destacadas en 2026.
La UER evita mencionar a Israel y aprueba reformas sin debatir su expulsión
En un comunicado oficial, la UER se ha limitado a asegurar que sus miembros apoyan las reformas internas dirigidas a “reforzar la confianza y proteger la neutralidad del Festival de Eurovisión”. Sin embargo, no se hace referencia alguna a Israel, ni se ha sometido a votación su posible expulsión, tal y como reclamaba España.
La organización aprobó en bloque dichas reformas con 738 votos a favor, 264 en contra y 120 abstenciones, pero sin abrir espacio para discutir la situación israelí. Para RTVE, este proceder ha sido especialmente significativo.
El secretario general de RTVE, Alfonso Morales, fue contundente en su intervención previa:
“Reconocemos y valoramos las medidas adoptadas por la UER, pero consideramos que son insuficientes”.
Morales expresó “serias dudas” sobre la participación de la cadena pública israelí KAN en Eurovisión 2026 y recordó que la situación en Gaza, pese al alto el fuego y los avances del proceso de paz, así como el “uso político del certamen” por parte de Israel, hacen “cada vez más difícil mantener Eurovisión como un evento cultural neutral”.
La petición española, apoyada por otras siete delegaciones, incluía que la votación sobre Israel fuese secreta. Sin embargo, la presidencia de la UER la denegó, a pesar de que el reglamento requiere únicamente el respaldo de cinco países. RTVE lo considera una señal inequívoca de “presiones políticas” dentro de la organización.
RTVE: “Nuestra posición no ha cambiado”
Desde hace meses, RTVE había manifestado públicamente que España no participaría en Eurovisión si Israel seguía en el concurso. El presidente de la corporación, José Pablo López, volvía a insistir recientemente en esa línea:
“Nuestra posición es la misma de hace meses: la presencia de Israel es insostenible”.
Ante el Congreso, López añadió que el veto respondía a dos motivos claros:
- “Por el genocidio en Gaza”,
- “Por el incumplimiento sistemático de Israel de las normas del concurso”, al utilizar el festival con fines políticos, intentar influir en los resultados y no recibir sanciones.
Con esta decisión, España se suma a la ola de países que han dicho “no” a Eurovisión 2026, abriendo un escenario inédito y marcando uno de los mayores desafíos de credibilidad para la UER en la historia reciente del certamen.




