Estados Unidos está valorando la implementación de una medida que exigirá a los turistas proporcionar sus perfiles en redes sociales al solicitar la autorización para ingresar al país. Esta iniciativa parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), aunque aún permanece pendiente de la aprobación definitiva por parte de la administración de Donald Trump.
De aprobarse esta normativa, los agentes fronterizos podrán examinar la actividad en redes sociales correspondiente a los últimos cinco años de cada visitante. Esta medida afectaría a ciudadanos de países que actualmente están exentos de visado, incluyendo la mayoría de los países europeos como España, así como Japón, Corea del Sur y Australia.
Actualmente, los viajeros provenientes de estos países deben completar una solicitud a través del Sistema Electrónico para la Autorización de Viajes (ESTA). Con la nueva propuesta, esta solicitud incluiría también datos relacionados con las redes sociales.
Además, esta regulación contempla la recopilación de información adicional considerada de «alto valor» que hasta ahora no se requería en la ESTA. Entre los datos solicitados estarían los números telefónicos usados durante los últimos cinco años, tanto personales como laborales, y direcciones de correo electrónico durante los diez años previos.
También será necesario facilitar los nombres y datos de familiares directos, tales como padres, cónyuge, hermanos e hijos. Asimismo, se exigirán datos biométricos como huellas dactilares, imagen del iris y muestras de ADN.
Esta iniciativa se inscribe dentro de un enfoque más estricto en la política migratoria estadounidense, que se ha fortalecido desde el inicio del segundo mandato de Donald Trump. En junio, se amplió la revisión de redes sociales a los solicitantes de visados para estudios y programas de intercambio en Estados Unidos.
El Gobierno ha manifestado su intención de que los perfiles de redes sociales de estudiantes extranjeros sean configurados como «públicos» para facilitar el acceso a su contenido. En septiembre se estableció una tarifa de 100.000 dólares para una de las visas de trabajo más comunes en el sector tecnológico, la visa H-1B, que es utilizada por unos 600.000 profesionales, muchos procedentes de India.
Estas medidas están generando un impacto considerable en la percepción de Estados Unidos como destino turístico. La implementación de estas políticas restrictivas ha provocado una disminución notable del turismo internacional, afectando la imagen de acogida del país.
La consultora en viajes Tourism Economics ha proyectado una reducción del 8,2% en las llegadas internacionales a Estados Unidos para 2025. Simultáneamente, se prevé una caída del gasto total de los visitantes del 4,2%, equivalente a una pérdida de 8.300 millones de dólares en ingresos por turismo.


