Estados Unidos está próximo a concretar un nuevo acuerdo de defensa con Qatar en medio de un clima diplomático tenso, luego del ataque israelí contra la cúpula de Hamas en Doha el 9 de septiembre. Así lo confirmó el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien visitó la capital catarí tras reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. «Tenemos un acuerdo reforzado de colaboración en defensa, que hemos estado desarrollando y estamos cerca de finalizar», afirmó Rubio a la prensa.
Qatar es considerado uno de los aliados estratégicos más importantes de Washington en Oriente Próximo, fuera de la OTAN. En su territorio se encuentra la mayor base militar estadounidense en la región. El país ha mantenido relaciones estables con Estados Unidos e Israel. Desde que comenzó el conflicto en Gaza, Doha ha actuado como mediador junto con Egipto, intentando facilitar un alto el fuego y la liberación de rehenes retenidos por Hamas.
El ataque perpetrado en Doha por Israel suscitó una condena inmediata por parte de Qatar, que organizó una cumbre de emergencia con más de cincuenta naciones árabes y musulmanas, sin llegar a acuerdos específicos contra Israel. Mientras tanto, la ofensiva terrestre israelí continúa en Gaza, presionando para lograr un acuerdo de cese al fuego.
Rubio subrayó el papel clave de Qatar para alcanzar la paz en la región. “Si hay un país capaz de ayudar a finalizar este conflicto a través de la negociación, ese es Qatar”, señaló. Además, advirtió que el tiempo para conseguir un acuerdo es limitado: “No disponemos de meses, probablemente solamente de días”.
La situación ha suscitado respuestas a nivel internacional. Volker Turk, alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, calificó el ataque en Doha como una “violación grave del derecho internacional”. Por su parte, Maryam bint Ali bin Nasser Al Misnad, ministra qatarí de Estado para la Cooperación Internacional, denunció el hecho como una “transgresión de los derechos humanos”.