El Gobierno de Estados Unidos ha decidido suspender los trabajos de cinco proyectos eólicos marinos, incluido el destacado Vineyard Wind 1, desarrollado por Avangrid, filial estadounidense de Iberdrola, en colaboración con Copenhagen Infrastructure Partners (CIP). Esta acción representa un obstáculo significativo para el desarrollo de la energía eólica en el país.
Según un comunicado del Departamento del Interior, la paralización se aplica de inmediato a los contratos de arrendamiento relacionados con todos los grandes proyectos eólicos marinos en construcción. Esta medida responde a riesgos sobre la seguridad nacional identificados a partir de informes clasificados del Departamento de Defensa, aunque no se especifican más detalles sobre estos riesgos.
El secretario del Interior, Doug Burgum, subrayó que la protección de la población estadounidense es la principal responsabilidad del Gobierno. Añadió que la suspensión está orientada a gestionar amenazas emergentes relacionadas con la seguridad nacional, tales como el avance acelerado de tecnologías adversarias y las vulnerabilidades inherentes a los proyectos eólicos en alta mar próximos a zonas costeras densamente pobladas en la costa este.
A pesar de esta suspensión, la Administración estadounidense planea colaborar con los arrendatarios y las autoridades estatales para explorar estrategias que reduzcan los riesgos de seguridad asociados. Además de Vineyard Wind 1, los proyectos afectados incluyen Revolution Wind (704 MW) de Orsted, Sunrise Wind (924 MW), Coastal Virginia Offshore Wind (2.600 MW) y Empire Wind 1 (810 MW) de Equinor.
El proyecto Vineyard Wind 1 destaca no solo por ser el primer gran parque eólico marino de Iberdrola en Estados Unidos, sino también por su ubicación estratégica frente a las costas de Massachusetts, con una potencia instalada de 806 MW, suficiente para suministrar energía a más de 400,000 viviendas y empresas de la zona. Iberdrola posee el 50% del proyecto a través de Avangrid Power y se estima que la inversión total supera los 2,700 millones de euros.
Esta situación no es aislada, pues en septiembre pasado la Administración Trump ya había revocado permisos para la construcción de otros dos parques eólicos marinos, New England Wind 1 y 2. Desde entonces, se han implementado órdenes para detener y retirar autorizaciones que afectan a diversos proyectos eólicos marinos.
Al asumir su mandato, Trump emitió una orden ejecutiva que suspendía temporalmente nuevos contratos de arrendamiento para proyectos eólicos en aguas estadounidenses y ordenó una revisión de los procedimientos de concesión de permisos federales para estas iniciativas.
Dentro de este contexto, cabe destacar que Estados Unidos es un mercado clave para los planes de expansión de Iberdrola hasta 2028. La empresa prevé invertir más de 16,000 millones de euros en el país, principalmente en infraestructuras eléctricas y de gas. Este plan incluye la modernización y fortalecimiento de las redes eléctricas en Nueva York y Nueva Inglaterra, una región que esperaba beneficiarse de la generación marina para alimentar a más de 2.5 millones de hogares.


