Numerosas familias originarias de Estados Unidos han decidido trasladarse a España, impulsadas por la creciente inquietud respecto a la coyuntura política y social en su nación de origen. Según comentan, esta elección surge por la percepción de una reducción en las libertades y una atmósfera cada vez más conflictiva.
«La situación se está complicando», señala uno de los entrevistados, quien afirma no planear regresar a territorio estadounidense. Este fenómeno migratorio poco común, en el cual ciudadanos de una gran potencia mundial buscan seguridad y estabilidad en Europa, es cada vez más visible.
En sus declaraciones, los nuevos residentes resaltan la calma y el ambiente de convivencia que han experimentado en España, así como la oportunidad de educar a sus hijos en un ambiente que consideran más seguro y tolerante.
Para muchos, esta mudanza representa un cambio definitivo de vida y no una decisión temporal. «Aquí podemos respirar con tranquilidad», expresa una madre.
