Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, evaluó críticamente el año 2025, describiendo la situación española como muy preocupante. Sin embargo, enfatizó que la responsabilidad no recae en los ciudadanos, sino en el Gobierno actual. “El que está incumpliendo es el Ejecutivo, no el país”, declaró, al tiempo que señaló la pérdida de legitimidad de Pedro Sánchez ante la ausencia de una mayoría parlamentaria sólida.
En una entrevista, Feijóo calificó este año como el momento del “desplome total del sanchismo” y expuso un decálogo de fallos que atribuye al Gobierno: la incapacidad para aprobar los Presupuestos, la deficiente gestión de la vivienda, apagones sin asumir responsabilidades, la falta de una política migratoria coherente, errores en la política exterior, mala administración de los fondos europeos, precarización juvenil, el empobrecimiento de las familias, la ausencia de medidas efectivas para proteger a la mujer y una corrupción sistémica que, según él, fue determinante desde la llegada del sanchismo al poder.
El jefe de la oposición se comprometió a presentar un proyecto orientado a la “regeneración y limpieza” que asegure la seguridad en las calles y fronteras, mejore las condiciones laborales de los españoles y recupere la confianza en las instituciones. “El PSOE y Sánchez están derrotados, pero España no”, reiteró, expresando que su meta es encabezar “el cambio más significativo en la historia del país”.
De cara a 2026, Feijóo adelantó que buscará una mayoría suficiente para gobernar en solitario, aunque no descarta negociar con Vox u otras formaciones para aprobar reformas clave. En cuanto al calendario electoral, afirmó que un presidente “no puede mantenerse solo por una votación de investidura tras perder en todas las demás” y calificó a Sánchez como una “minoría de bloqueo, no una mayoría de gobierno”, lo que justificaría unas nuevas elecciones generales.
Para Feijóo, 2025 será recordado como “el peor año con el peor Gobierno de la democracia” y estima que España necesita urgentemente una reforma de su estructura institucional y separación de poderes. Según su criterio, 2026 será “el año del cambio”, que dependerá de la participación ciudadana y de su liderazgo si llega a la Presidencia.
