En una velada llena de significado, el rey Felipe VI se dirigió a los españoles la noche del 24 de diciembre con un mensaje navideño que sirvió para rememorar dos hitos esenciales de la historia contemporánea de España: el 50.º aniversario del inicio de la Transición y los 40 años desde la firma del tratado de adhesión a las Comunidades Europeas.
Por primera vez en sus doce años como monarca, Felipe VI pronunció su discurso de pie desde el Salón de Columnas del Palacio Real, lugar donde tuvo lugar la firma de la incorporación de España a Europa, otorgando un carácter institucional y dinámico a su intervención.
Los puntos clave del mensaje: la convivencia como principio fundamental
La palabra que marcó el discurso fue “convivencia”, utilizada en siete ocasiones. El Rey subrayó que la democracia y la paz social no son derechos garantizados para siempre, sino logros delicados que requieren atención constante.
• Reconocimiento a la Transición: Felipe VI describió el proceso comenzado hace cincuenta años como un «compromiso colectivo de responsabilidad» y un ejemplo de «valor» para seguir adelante unidos a pesar de las diferencias.
• Advertencia frente a los extremismos: El monarca expresó su preocupación por la «preocupante crisis de confianza» en las instituciones y por el avance de los radicalismos y la desinformación, que afectan la percepción de la ciudadanía.
• Petición de ejemplaridad: Exhortó a las autoridades públicas a proceder con integridad para combatir el descontento social, enfatizando que deben prevalecer el diálogo y la generosidad en la actuación estatal.
Atención a las dificultades cotidianas
En contraste con años anteriores, cuyo tono fue más institucional, el Rey dedicó parte de su intervención a los retos que afectan a las familias y, en especial, a la juventud:
• Incremento del costo de vida: Reconoció que la subida de precios está limitando las oportunidades de progreso para numerosos españoles.
• Acceso a la vivienda: Identificó esta cuestión como uno de los obstáculos principales para el desarrollo personal y profesional de las generaciones jóvenes.
Un contexto global complejo
Felipe VI recordó el entorno internacional, describiendo un mundo «claramente desafiante» donde el multilateralismo y el orden global atraviesan dificultades. Ratificó los valores europeos como la «referencia más importante» frente a las amenazas que enfrentan las democracias actualmente.
El discurso concluyó con la tradicional felicitación en las cuatro lenguas cooficiales: castellano, catalán, gallego y euskera, enviando un mensaje de unidad para 2026, que comienza inspirado en el consenso alcanzado en 1975.


