Durante su visita a Valencia, el rey Felipe VI dedicó un sentido homenaje a quienes sufrieron la dana de octubre de 2024. En medio de la tristeza y la destrucción, el monarca señaló que aunque las infraestructuras se están recuperando, «la vida no será igual» para quienes perdieron seres queridos o bienes importantes.
En el acto de entrega de los Premios Jaume I, celebrado en la histórica Lonja de Valencia, Felipe VI se dirigió a la población valenciana que todavía enfrenta las consecuencias materiales y emocionales de esta tragedia. Remarcó que el sufrimiento de quienes han experimentado estas pérdidas es algo que no puede ser totalmente superado.
«Cada vez que vuelvo a esta tierra, comienzo dirigiéndome a los afectados», destacó el rey, haciendo énfasis en el respaldo constante de la Corona y de toda la sociedad española. Este compromiso refleja la estrecha conexión del Estado con quienes están reconstruyendo sus vidas después del desastre.
En el evento estuvieron presentes personalidades políticas e institucionales importantes, entre ellas la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; la alcaldesa de Valencia, María José Catalá; y la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Susana Camarero, quien asistió en reemplazo del presidente Carlos Mazón. La participación de estas autoridades subraya la importancia nacional del acto.
El rey expresó asimismo su «dolor sincero» hacia las víctimas y subrayó la necesidad de estudiar las causas que provocaron la dana, para evitar que algo similar vuelva a ocurrir. Esta reflexión cobra mayor relevancia en un momento marcado por el aumento del impacto del cambio climático, que obliga a diseñar nuevas estrategias para la prevención y gestión de fenómenos naturales adversos.
Felipe VI reconoció que «la reconstrucción progresa, aunque no con la rapidez deseada», enfatizando que paulatinamente vuelve la normalidad a las zonas afectadas. Su compromiso con la comunidad valenciana se ha mostrado a través de sus repetidas visitas desde que ocurrió la catástrofe, reafirmando la atención que presta a su recuperación y bienestar.
Además de la entrega de premios, el monarca inauguró de manera solemne el curso académico nacional en la Universidad de Valencia. En su discurso destacó la función esencial de las universidades como “contrapunto a la resignación” y motivó a la comunidad académica a fomentar el pensamiento crítico, fundamental ante los retos globales actuales.
También abordó la coyuntura geopolítica que afecta la cooperación científica internacional, señalando que puede desincentivar las vocaciones en áreas de investigación. Reiteró la importancia de promover la colaboración y generar sinergias que refuercen el sistema nacional de ciencia y tecnología.
Para concluir, Felipe VI valoró la contribución de los premios Jaume I a la reflexión sobre los avances en conocimiento e investigación, y animó a mantener el optimismo y la esperanza en un contexto donde la ciencia es clave para enfrentar desafíos futuros y fomentar la prosperidad social.



