El partido Fianna Fáil ha logrado una victoria significativa en las elecciones de Irlanda, obteniendo 48 escaños en el Dáil, la cámara baja del parlamento irlandés. Sin embargo, para formar gobierno, necesitarán colaborar con otros partidos debido a que no alcanzaron la mayoría absoluta de 88 escaños.
El Sinn Féin, liderado por Mary Lou McDonald, se posicionó como la segunda fuerza política con 39 escaños, mientras que el Fine Gael, encabezado por Simon Harris, obtuvo 38 escaños. Este resultado refleja un panorama político fragmentado donde las alianzas serán cruciales.
Las proyecciones iniciales ya indicaban que Micheál Martin, líder del Fianna Fáil, tenía altas probabilidades de ganar, lo cual se confirmó con el recuento de votos que le otorgó el 21,86% de las preferencias. Los conservadores del Fine Gael obtuvieron el 20,80%, seguidos por los republicanos del Sinn Féin con el 19,01%.
Detrás de estos tres grandes partidos, el Partido Socialdemócrata y los Laboristas lograron 11 escaños cada uno. Por otro lado, el Partido Verde sufrió una derrota significativa, quedándose con solo un diputado después de haber tenido 12, reflejando el desgaste tras su participación en el gobierno anterior.
Martin y Harris están dispuestos a reanudar su colaboración en el gobierno, poniendo fin a una rivalidad histórica que data de la Guerra Civil irlandesa (1922-1923). A pesar de sus diferencias históricas, sus políticas actuales son vistas como similares por muchos críticos.
En este contexto, los socialdemócratas y laboristas podrían convertirse en socios potenciales para formar una coalición. Sin embargo, la presidenta del Sinn Féin ha iniciado conversaciones con los líderes de estos partidos para explorar la posibilidad de un gobierno alternativo.
Ivana Bacik, líder laborista, ha expresado su intención de construir una plataforma de izquierda antes de considerar cualquier alianza con Fianna Fáil y Fine Gael. Esto se debe a que muchos de sus seguidores culpan a estos partidos de problemas económicos y sociales persistentes, como la crisis de vivienda y el deterioro de los servicios públicos.
Holly Cairns, líder socialdemócrata, ha indicado que su partido jugará un papel importante en el próximo Dáil, ya sea en el gobierno o en la oposición, manteniendo sus opciones abiertas mientras evalúan sus posibilidades.
En este escenario político incierto, varios diputados independientes han mostrado interés en colaborar con Fianna Fáil y Fine Gael. Aunque suelen centrarse en asuntos locales, podrían ser clave para formar una coalición estable.