El 6 de octubre de 2023, el senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro, comunicó su intención de competir por la presidencia de Brasil en las elecciones previstas para octubre de 2026. La información fue compartida por Valdemar Costa Neto, líder del Partido Liberal (PL), quien afirmó que el apoyo de su padre está asegurado, pese a que Jair Bolsonaro cumple una condena de 27 años por su implicación en un intento de golpe de Estado.
En declaraciones a la prensa, Costa Neto confirmó que «Flávio me comentó que nuestro capitán (Jair Bolsonaro) confirmó su candidatura». Este anuncio ha sido bien recibido por quienes apoyan al expresidente, quienes ven en Flávio una continuación del proyecto político iniciado por su padre.
La postulación de Flávio se produce en un contexto marcado por la condena de Jair Bolsonaro, acusado de organizar el golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva, presidente actual. Esta situación ha afectado la imagen del exmandatario y su familia, aunque Flávio sostiene que su candidatura responde a la intención de mantener vigente el proyecto familiar en Brasil.
Flávio, que ejerce como senador desde 2018, ha estado vinculado a la agenda política de su padre y al legado de su administración, reconocida por su discurso conservador y populista. El senador ha expresado su intención de honrar el legado de Jair Bolsonaro y continuar las políticas desarrolladas entre 2019 y 2022.
En un escenario político dividido, la figura de Flávio podría captar tanto el apoyo de los votantes afines a Bolsonaro como la oposición de quienes rechazan su legado. Su candidatura busca preservar la influencia de la familia Bolsonaro en la política brasileña, especialmente a raíz de los problemas legales que enfrenta el expresidente.
Desde esta perspectiva, la candidatura de Flávio puede interpretarse como un esfuerzo por consolidar la base política del clan Bolsonaro y garantizar su relevancia futura en Brasil. Los especialistas en política siguen con atención esta campaña, considerando que puede influir notablemente en las preferencias electorales de 2026.
El entorno político brasileño atraviesa constantes cambios, con varios aspirantes que ya han manifestado sus intenciones de competir. Esta diversidad aumenta la polarización ideológica. Flávio Bolsonaro intentará posicionarse como el sucesor natural de su padre y como una opción estable para quienes buscan continuidad.
