El Mediterráneo y el mar de Alborán seguirán estos días recibiendo inmigrantes pero con menos ayuda para España. Desde este miércoles ha quedado suspendida la participación de Frontex en todas las operaciones conjuntas contra la inmigración irregular, según ha adelantado El País y recoge El Debate.
La falta de acuerdos entre la agencia y el Gobierno español para renovar los trabajos es la causa. Al parecer, España no quiere ceder la protección de datos de las personas inmigrantes, una de las exigencias de la agencia de rescate que modificó su normativa en esta materia el pasado 18 de enero.
Pese a la suspensión de trabajos, las negociaciones entre España y Frontex siguen en curso para lograr alcanzar un acuerdo y renovar la cooperación conjunta. La acción de la agencia resulta muy útil para España. Son 350 agentes los que Frontex tiene desplegados por las costas españolas, entre ellas Ceuta y Melilla, así como la de Algeciras, y en las islas así como medios aéreos y marítimos. El coste que debería asumir España ascendería a 65 millones de euros, además de incorporar medios humanos y materiales para suplir la carencia.