El técnico debutó con un empate y comprobó todos los déficits del equipo
El estreno de Gabi Fernández al frente del Real Zaragoza no fue el soñado. El técnico madrileño, que había llegado con la confianza de poder revertir la situación del equipo, se encontró con una dura realidad en su debut contra el Córdoba. A pesar de los esfuerzos del conjunto aragonés, el empate final dejó más dudas que certezas sobre el camino a seguir.
Desde el pitido inicial, el Zaragoza evidenció carencias tanto en el juego como en la toma de decisiones. Aunque el equipo mostró una leve mejoría en el aspecto defensivo, el gol encajado fue consecuencia de un error grave y, en más de una ocasión, el Córdoba estuvo cerca de aumentar su ventaja. «Lo que más me ha gustado ha sido el trabajo defensivo. Nos hemos enfrentado a uno de los equipos que mejor ataca y no han generado muchas ocasiones claras», comentó Gabi tras el partido, tratando de rescatar lo positivo.
Sin embargo, la falta de profundidad en ataque y la dificultad para generar peligro fueron evidentes durante gran parte del encuentro. Solo en los minutos finales se vio una reacción que, aunque insuficiente para llevarse los tres puntos, al menos sirvió para demostrar que el equipo no ha bajado los brazos.
Uno de los aspectos que más preocupa al entrenador es la fragilidad del equipo en las jugadas a balón parado. El tanto del Córdoba llegó tras un córner y, en otro, el balón se estrelló en el poste. Cada saque de esquina fue un sufrimiento para la zaga zaragocista. «No me gusta recibir goles a balón parado. Tendremos que trabajarlo a muerte», afirmó con determinación.
Pese al pobre resultado, la afición de La Romareda no dejó de alentar a los suyos. Aunque el Zaragoza aún no ha conseguido ganar en casa este año, los seguidores reconocieron el esfuerzo de los jugadores y reservaron sus críticas para la directiva antes del encuentro. Este respaldo será clave para Gabi y su equipo en la lucha por la permanencia.
El técnico apenas ha tenido una semana para trabajar con la plantilla y ha sufrido bajas importantes. Ahora, con más tiempo y la recuperación de algunos jugadores, buscará mejorar aspectos clave, como el balón parado y la generación de juego ofensivo. La tarea no será sencilla, pero Gabi es consciente del desafío que tiene por delante y confía en que, con trabajo, el equipo logrará salir adelante.
