Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha expresado nuevamente su inquietud por la situación que vive el PSOE tras la sucesión de supuestos incidentes relacionados con corrupción y actitudes machistas dentro del partido. En una entrevista para radio, el líder autonómico manifestó que esta cadena de problemas está afectando negativamente la imagen del partido y desanimando a sus integrantes.
El político resaltó que son muchas las personas con buena intención que no merecen enfrentar esta serie de escándalos que parecen multiplicarse. Utilizó la metáfora de una “nave en barrena” para describir la dirección que, a su juicio, toman tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como la dirección del partido.
Manifestó su convencimiento de que la circulación de noticias negativas aún no ha alcanzado su punto máximo y advirtió que estas informaciones adversas continuarán en aumento en las semanas venideras. Señaló que “existe una espiral en crecimiento” y muchas redes involucradas.
García-Page, único barón socialista con mayoría absoluta, subrayó la necesidad de mantener un “perímetro moral” en la política y criticó que ciertos responsables, ya apartados del partido, hayan actuado sin respetar esos estándares éticos mínimos. Comentó que algunos tienen una moral poco rigurosa, mientras que otros una moral demasiado flexible, aunque lo que predomina es una notable falta de ética.
También comentó que la ausencia de ética rara vez es un hecho aislado, insinuando que quienes actúan amoralmente en un ámbito probablemente lo hagan en otros. Hizo una referencia indirecta a conductas atribuidas a antiguos ministros como José Luis Ábalos.
Reconoció que militantes y votantes están desanimados, pero insistió en la importancia de mantener la confianza. Afirmó que quienes carecen de ética no podrán disminuir el ánimo de aquellos que la tienen, alentando a que la base del PSOE permanezca firme.
Finalmente, instó a la dirección federal a asumir responsabilidades para detener el deterioro de la imagen pública del partido. Aconsejó evitar la actitud de ignorar los problemas o pretender que no ocurren, ya que eso solo genera mayor descontento público.
