El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su desacuerdo con el acuerdo fiscal que el Gobierno central tiene previsto firmar con Cataluña el próximo lunes. Ha señalado que este convenio, que considera un privilegio económico para los partidos independentistas, abre la puerta a un posible expolio y refleja una debilidad del Ejecutivo frente a sus aliados.
Asimismo, García-Page ha indicado que la firma del pacto se aplazó intencionadamente para evitar su discusión durante el último Comité Federal del PSOE. En su opinión, estas concesiones incrementan los riesgos de corrupción y benefician la actividad política de los partidos independentistas.
El dirigente socialista de Castilla-La Mancha ha mantenido una posición crítica respecto a ciertas decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez, especialmente en lo relativo a los acuerdos parlamentarios con fuerzas nacionalistas y soberanistas. En esta ocasión, se posiciona como una de las voces más críticas dentro del PSOE en relación al encaje territorial y al trato financiero diferencial otorgado a algunas comunidades autónomas.