La edición número veinte de Gran Hermano está llamada a ser una referencia en la historia del reality. El reconocido programa de Telecinco ha dejado atrás su tradicional ubicación en Guadalix de la Sierra para instalarse en un nuevo y sorprendente lugar en Tres Cantos (Madrid).
Según informan desde la cadena, la casa estrenada es una de las más amplias a nivel mundial para un reality show. Este traslado no solo supone un incremento en el tamaño, sino también la incorporación de mejoras tecnológicas significativas. Las instalaciones cuentan con una conexión directa con los estudios de Mediaset España, lo que facilitará una interacción más efectiva entre el plató y los participantes, además de optimizar la producción.
A pesar de esta mayor conexión con el núcleo de Telecinco, el recinto presenta un mayor aislamiento del exterior. La construcción y el entorno han sido concebidos para reforzar la característica principal del formato original: la convivencia sin contacto con el entorno externo. Esta disposición busca intensificar la sensación de separación, fundamental para que el experimento social se desarrolle con éxito.
Este cambio de lugar representa una transformación en el enfoque del programa, que retorna con concursantes anónimos dispuestos a afrontar nuevas dinámicas dentro de un entorno renovado. Con esta iniciativa, Gran Hermano pretende volver a las raíces de sus primeras temporadas y afianzarse nuevamente como el reality más destacado de la televisión española.



