El Ministerio de Hacienda se ha levantado de la mesa de negociaciones sobre el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) entre el PSOE y Sumar, anunciando que vetará este mismo jueves la ley impulsada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Esta decisión ha desencadenado una de las mayores crisis dentro del Ejecutivo de coalición, tensando aún más las relaciones entre los socios de Gobierno.
La ruptura en la negociación del SMI ha puesto en evidencia las profundas diferencias entre los dos partidos que conforman el Gobierno. Mientras que Yolanda Díaz y Sumar defienden una subida del salario mínimo como parte de su política de fortalecimiento de los derechos laborales, Hacienda ha decidido tomar una postura firme en contra de la medida, argumentando posibles impactos presupuestarios.
En respuesta a la decisión de Hacienda, Yolanda Díaz ha sido tajante: «Cuando una formación veta una iniciativa es que ha perdido». Estas palabras reflejan la indignación dentro de Sumar, que ve en este movimiento un intento de bloquear su agenda política y una falta de compromiso con la mejora de las condiciones de los trabajadores.
Por su parte, desde el PSOE intentan contener la crisis, asegurando que la discrepancia no implica una ruptura definitiva dentro del Ejecutivo, aunque admiten que la situación es complicada. Mientras tanto, los sindicatos y sectores afines a Sumar han expresado su preocupación ante la posibilidad de que la negociación sobre el SMI quede en un punto muerto.
Este conflicto interno pone en jaque la estabilidad del Gobierno y genera incertidumbre sobre el futuro de la coalición, en un momento clave para la aprobación de medidas sociales y económicas de gran calado.
