La función judicial presenta importantes restricciones esta semana debido al comienzo de una huelga convocada por jueces y fiscales que durará tres días.
La movilización busca expresar la oposición del colectivo a las modificaciones impulsadas por el Ministerio de Justicia, las cuales consideran que afectan la autonomía del poder judicial y las condiciones laborales del sector.
Durante el periodo de paro se han dispuesto servicios mínimos para atender casos prioritarios. Entre estos se incluyen juicios que implican a personas en situación de vulnerabilidad, la tramitación de “medidas cautelarísimas” y la realización de levantamientos de cadáveres.
Los organizadores advierten que, si no se establece un diálogo eficaz con el Ministerio, podrían intensificar las acciones de protesta en las próximas semanas.