Casi una treintena de imanes tienen vetada su entrada en las cárceles españolas para la asistencia religiosa a los musulmanes que permanecen en prisión después de ser calificados como «extremistas» por los servicios de información de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, informa Eldebate.
Los líderes religiosos se encuentran en el punto de mira de los servicios de vigilancia antiyihadista en España. Prueba de ello, además, es que solo en el año recién acabado, en 2023, tres imanes más fueron detenidos. En verdad fueron dos imanes más un tercero que, en realidad, se hacía pasar por imán sin serlo.
Precisamente este falso imán, detenido en el mes de junio en Lucena del Puerto (Huelva), se hacía pasar por tal para entrar en la cárcel onubense y dirigir los rezos entre los presos musulmanes. Es la forma que tienen los más radicales de llegar a un mayor número de personas. En las cárceles españolas se concentran un alto número de musulmanes y, por las condición de presidiarios, son altamente influenciables.