La sanidad pública en Andalucía se encuentra bajo escrutinio tras detectarse problemas en los programas de cribado oncológico. Durante un período cercano a tres años, más de 2.000 mujeres con mamografías no concluyentes no fueron notificadas para repetir las pruebas, y algunas desarrollaron tumores que podrían haberse diagnosticado en fases tempranas.
Especialistas ponen en guardia sobre las posibles repercusiones de este caso, como la disminución de la confianza en las campañas de prevención y la incertidumbre acerca del momento y motivo para realizar estos controles.
En España, el sistema público de salud implementa cribados poblacionales para el cáncer de mama, colon y cérvix. No obstante, esta controversia ha generado un debate sobre la conveniencia de adelantar la edad para iniciar estos exámenes. Los médicos insisten en que cualquier modificación debe fundamentarse en pruebas científicas que demuestren que las ventajas superan los riesgos, además de evitar la saturación del sistema sanitario y asegurar que los grupos con mayor vulnerabilidad no queden excluidos.
La participación de la población es otro aspecto fundamental: mientras el cribado de mama registra casi un 80% de asistencia, el de colon apenas alcanza el 50%, lo que subraya la relevancia de la sensibilización y la confianza en los programas preventivos.
